domingo, 20 de febrero de 2011

El Pedro López en Sierra Espuña

Son poco más de las 9 de la mañana cuando dejamos el vehículo en la explanada del Collado Mangueta y con 5 grados de temperatura, un leve mollineo y una espesa cobertura de nubes emprendemos el camino que nos lleva en primera instancia al collado de D. Eleuterio. Era aun de noche cuando salimos de Cartagena, y desde la planicie, el termómetro del coche ha descendido 5 grados. Ahora la sensación térmica es fresca, aunque con el caminar, no tardaremos en entrar en calor.
Comienzo del camino en Collado Mangueta


El piso está blando, de hecho al poco de estar caminando, las botas pesan mucho mas debido al barro adherido. Los pequeños cercos de hielo, restos de una reciente nevada nos acompañan en estos primeros pasos a la vera de los pozos de la nieve. Aunque la última vez que anduvimos por estos pagos encontramos numerosos muflones, en tres manadas, hoy no vamos a tener tanta suerte y pese a estar completamente solos durante toda la jornada, no vamos a tener oportunidad de contemplar ningún ejemplar.



Tras vernos envueltos en una espesa niebla que nos aísla de las planicies que nos circundan, rebasamos la intersección de caminos que lleva hacia la cima del Pedro López y continuamos ahora ya bajo la lluvia hacia el collado del húmero en donde encontramos, azotados por una fría ventisca la carretera que hacia las casas de Malvariche se dirige. Comenzamos el descenso hacia el sur, buscando el atajo que nos evite algunos metros de caminar por la pista forestal y buscamos el refugio de un voluminoso pino que nos reserve de la pertinaz llovizna, que sigue acompañándonos, donde almorzar, y reponer algo de fuerzas al tiempo que templamos el cuerpo.





Continuamos, ya sin lluvia, el descenso hacia las cuevas de la plata en donde en realidad empieza lo novedoso de la excursión de hoy. El ascenso desde el sur a la meseta cimera del Pedro López.


Casa Nueva, junto a las cuevas de la plata

Después de andar unos metros por la carretera forestal, y coincidiendo con un bebedero para animales, buscamos a la izquierda un sendero casi imperceptible, que se interna en un bosquecillo de pinos jóvenes de reforestación dejando atrás la pista. Ayudan mucho los pequeños hitos de piedra que nos van llevando unos metros mas arriba hasta el inicio de un sendero artificial y muy claro que sigue en dirección este ganando altura con suavidad, remontando la ladera y ganando altura sobre el valle tapizado de pinar en el que se distingue con claridad la casa forestal de la Carrasca con su balsa adosada.

El bebedero nos marca el inicio de la senda

Las peñas del Pedro López y el Morrón al fondo







Cuarenta minutos después de haber abandonado la pista y caminar por una senda de mampostería con la base militar del Morrón ante nosotros, nos encontramos al pie de una estructura en zig-zag tremendamente deteriorada con abundantes derrumbes que asciende hacia el pie de las paredes que nos separan de la altura de la montaña. El ascenso es muy dificultoso ya que hay amplios sectores de la senda que están completamente desaparecidos, lo que pese a todo no impide su remonte, con precaución pero sin problemas.

Severos derrumbes dificultan la ascensión


Una vez arriba continuamos por la senda teniendo como objetivo un nuevo zig-zag, mas corto y mucho mejor conservado, que rebasamos sin problemas. A partir de aquí y siguiendo los hitos marcados llegamos al pie de una pequeña hendidura en el bloque rocoso. Es en este punto donde se encuentra la mayor dificultad del día, ya que tendremos que trepar unos metros.


Toca trepar

El paraje es espectacular, la mole del Morrón coronada de antenas, los roquedos del Pedro, y el valle al fondo ponen el decorado para nuestra pequeña ascensión. Una vez arriba, nos saluda de nuevo el helado viento del norte que despedimos en el collado del húmero. Esto y unas gotas de lluvia nos acompañan campo a través en nuestra búsqueda del camino que nos encamine de nuevo al collado Mangueta.




Dificultad superada
Antes de concluir nuestra excursión de hoy rodeamos por el norte el cerro de Pinos Blancos por si fuera ahí en donde nos estuvieran esperando los muflones que nos han esquivado todo el día. No es así, y perseguidos por unos chubascos que desde el norte se nos acercan llegamos al coche cansados pero satisfechos de la caminata de hoy. Hemos invertido en total algo mas de 4 horas y media en realizar el trayecto, incluyendo las paradas habituales.


Volvemos al inicio
Nuestro agradecimiento a Simón Martínez, "Simonmm", que colgó esta ruta en wikiloc, lo cual nos ha facilitado enormemente el camino



1 comentario:

  1. Celebro mucho que os haya gustado esta ruta. No es muy conocida y he visto que se la ha descargado mucha gente. Efectivamente está un poco deteriorada, en parte por los muflones, que es muy raro que no los halláis visto, tal vez por el tiempo que hacía. Ese mismo día estaba yo enfrente vuestro, en las Cunas, donde me sorprendió la lluvia sobre las 10:45 que se cerró todo y comenzó a llover. Un saludo.

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